Redacción
Tula de Allende, Hgo; AGO. 21 (interMEDIOS).– Cobijado por miles de trabajadores petroleros y maestros, familias, mujeres y hombres al lado de adultos mayores, Adán Augusto López Hernández aseguró esta tarde que “México ya se transformó. Ya no es el país de los neoliberales ni de los políticos corruptos que se dedicaban a enriquecerse a costa del pueblo; por eso no había elecciones libres y no éramos un país democrático. No se respetaban los resultados electorales porque los gobernantes se dedicaban nada más a avasallar al pueblo”.
Hoy, gracias a la Cuarta Transformación, “las cosas son distintas. Hoy México es un país pleno de libertades y de derechos donde nos respetamos todos aun en las diferencias”, sostuvo en el cierre de su segunda visita de trabajo al estado de Hidalgo, dentro de su recorrido nacional ordenado por su partido rumbo a la elección de su representante para la Defensa del movimiento que encabeza en todo el país el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aquí, en el Teatro al Aire Libre, en el centro de esta localidad, frente al imponente Mural “Tula Eterna”, patrimonio de la ciudad, el político tabasqueño lanzó de nueva cuenta, como lo ha hecho en las últimas dos semanas, una consistente defensa de los libros de texto y la educación pública, laica y gratuita, que, por estas fechas, dijo, son objeto de “una feroz e irracional estrategia de los conservadores”.
Aprovechó para señalar al obispo de la diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, de formar parte de dicha estrategia, y al declararse “respetuoso de la fe y las creencias”, recordó al prelado que “A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César”, por lo que le pidió que “aprenda a observar sus principios” religiosos.
De igual forma, acompañado por su familia, su esposa Dea Isabel Estrada Rodríguez, y sus hijos Adán Payambé, Augusto Andrés y Adrián Jesús, el experimentado político tabasqueño dijo que esa “embestida contra los libros de texto” se encuentran las gobernadoras de Chihuahua, Maru Campos, a quien llamó “la más furibunda conservadora”, y su colega de Aguascalientes, Teresa Jiménez, “de una mojigatería impresionante”.
Y hay otro, el ministro de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, quien “está al servicio de los conservadores; es un retrógrada, un tinterillo en el Poder Judicial” y, como los otros, lo único que quieren es que los niños y las niñas más pobres de México “sigan con un velo en los ojos y que no tengan acceso a la educación”.
Argumentan, agregó, que “esos conservadores y reaccionarios que los libros de texto gratuitos para lo único que sirven es para enseñar comunismo a los niños, que van a aprender a comer santos si leen esos libros” y no entienden que México ya cambió y que no va a regresar a las épocas en que ellos mandaban y hacían lo que se les antojaba.
Adán Augusto López Hernández demandó, finalmente, que el pueblo acompañe al presidente López Obrador en esta batalla contra los conservadores porque, subrayó, “más de 30 millones de mexicanos respaldan este modelo educativo y no nos van a ganar: Larga vida a los libros de texto gratuitos”, dijo el tabasqueño. (iM-rrc).